La explosión digital de los últimos años ha modificado tanto las formas de consumo como los modos de publicidad y venta. En materia de comercialización, existe una amplia oferta y una gran competencia en el mundo de las redes sociales. El escenario obliga a las marcas a diferenciarse, a ofrecerse de una manera única para posicionarse, destacarse y aumentar sus ventas. y esto alcanza también a las marcas de cuidado facial.
Reconocidas empresas dedicadas a la belleza y el cuidado de la piel como la Roche Posay ahora también se enfrentan con sus competidores en el escenario digital. Tienen que personalizar sus estrategias, innovar permanentemente para conquistar a los posibles consumidores. Consumidores que a nivel mundial son atacados por miles de marcas y productos de todos los rubros posibles.
Los estudios de la compra-venta online indican que, mientras navegan, las personas hacen consumos no previstos, improvisados. Y esto responde a las estrategias de aquellos que quieren venderles algo. En este contexto, el marketing de contenidos sobre belleza se presenta como un servicio necesario. Una estrategia adecuada puede lograr que una mujer elija comprar el serum de una marca por sobre otro.
Este comportamiento se magnifica aún más si se tiene en cuenta la masividad de los Smartphone. Difícilmente hoy haya una persona que no tenga uno y, aún más, que no lo utilice para realizar todo tipo de gestiones. Leer el correo electrónico, hacer transacciones bancarias, informarse, revisar las redes sociales y, por supuesto, comprar bienes y servicios. Adquirir productos de belleza.
Por todo esto, dentro de las estrategias de marketing la personalización del contenido que se crea es crucial. Recursos como reseñas, opiniones de usuarios, encuestas, sorteos e instructivos de uso fotográficos y audiovisuales son protagonistas. Tanto como la contratación de reconocidos influencers para que publiquen stories aplicándose serum la Roche Posay.
Dentro de la personalización del marketing de contenidos existen varios recursos y estrategias. En mayor o menor medida, de similar o diferente manera, la gran mayoría de las empresas de belleza y cuidado de la piel emplean los mismos. Esto es porque los estudios de consumo digital demuestran su eficacia y su repercusión positiva en las ventas.
Está demostrado que los consumidores compran aun cuando no tienen pensado hacerlo. Y, con frecuencia, productos que ni siquiera tenían previsto adquirir. Por eso es importante la presencia de la marca en los medios digitales a lo largo del día. Cautivar a ese consumidor pasivo puede depender de ello.
Hay momentos de la rutina diaria en los que las personas tienen que esperar o hacer tiempo. Y ese instante es trascendente para llegar a ellas y venderles un producto. Una mujer moderna y socialmente activa que todos los días hace el mismo trayecto de la casa al trabajo y del trabajo a la casa es una posible consumidora.
Mientras se traslada en el transporte público o en un Uber chequea las redes sociales ávida de ser conquistada. Justo en ese momento, ve a una famosa y bella actriz aplicarse una loción la roche mientras se prepara para la siguiente escena. Y piensa qué bien le vendría a ella contar con ese producto. La falta que, de repente, le hace esa loción la lleva a clickear el enlace hacia el sitio y comprarla.
De igual manera, un hombre que hace la cola en el banco scrollea por la pantalla de Instagram y se topa con un atractivo contenido. Un humorista de stand up interrumpe su monólogo para hablarle al público y recomendarle la crema la Roche Posay que lo mantiene joven y sin arrugas. El hombre en el banco se transforma en un inminente consumidor.
Un ejemplo de contenido cautivador es la columna “The Top Shelf” que implementó la marca Glossier en 2014. Se trató de una serie de encuentros en los que la fundadora de la empresa dedicada a la cosmética Emily Weiss entrevistaba a famosas sobre sus hábitos, trucos y consejos en materia de cuidado de la piel y maquillaje. Cautivó al público y consiguió más de un millón de seguidores y lectores.
En la actualidad, es frecuente que las personas tengan una agenda ajustada. Entre el trabajo, la familia y los amigos, mujeres y hombres ocupan la mayor parte de su tiempo. En un corto recreo o momento de ocio, pueden hacer una pasada furtiva por las redes sociales. Las marcas también tienen que pensar en esos minutos para ofrecer contenido corto pero redituable.
Con un anuncio de unos pocos segundos de duración, puede mostrarle al posible consumidor las virtudes de su serum facial. De este modo, en esa pequeña pausa de la rutina la persona que lo ve puede interesarse en el producto. Esos escasos pero relevantes datos pueden tentarlo y convencerlo de comprarlo. También puede querer más información y seguir el vínculo hacia el sitio de la marca.
Como en toda publicidad, un anuncio que pretende vender un producto, vende también una actitud, un comportamiento o un estilo de vida. Los consumidores de productos de belleza y cuidado de la piel quieren comprar aquello que les deje la cara como la modelo que lo usa. De modo que, más allá de los beneficios del serum ácido hialurónico, la marca puede enseñarle qué hacer para tener ese rostro.
A propósito del serum, la marca tiene la posibilidad de recomendar tips para evitar el envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas. Por ejemplo, puede aconsejar protegerse del sol, evitar el consumo de alcohol y tabaco y llevar una dieta alimenticia baja en grasas.
En definitiva, toda estrategia que logre difundir el producto es válida, pero el cuidado de la piel está vinculado con la salud y la vida sana, dos conceptos que deben saber aprovecharse.
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